Hable con una empresa de reparación de crédito, y la primera pregunta que le harían es cómo crear su presupuesto mensual, que gira en torno a la diferenciación entre sus necesidades y deseos. A primera vista, puede parecer fácil, pero cuando empiezas a planificar tu presupuesto, te das cuenta de que hay una delgada y borrosa línea entre tus necesidades y tus deseos.
Entender la diferencia entre ambos es importante para una restauración de crédito eficiente y efectiva. Los expertos en reparación de crédito a menudo ven que sus clientes confunden sus deseos con necesidades. Esto se debe a que se convierten en habituales de estos deseos hasta el punto de que no pueden imaginar vivir sin ellos.
Definir las necesidades
Una necesidad, en palabras simples, es algo requerido para vivir. Algunos ejemplos clave son la comida, la vivienda, la ropa y el transporte. Por lo tanto, tu presupuesto basado en las necesidades incluye dinero para la comida, los productos básicos de la despensa, los pagos de la vivienda (cuotas o alquiler), las facturas de los servicios públicos, el acceso al transporte y los suministros médicos básicos.
Y para los imprevistos, está el seguro.
Definir los deseos
Los deseos son un tema interesante del que hablar. Son las cosas que mejoran nuestra calidad de vida. Puede que necesites un coche para desplazarte, pero las características que te gustaría tener en él son las cosas que quieres, no las que necesariamente necesitas.
Las cenas en restaurantes, la decoración del hogar, los zapatos caros o un armario lleno de ropa son todos deseos.
¿Cómo distinguir las necesidades de los deseos al elaborar un presupuesto?
La elaboración de un presupuesto consiste en mantener un equilibrio entre las necesidades y los deseos. Los expertos en reparación de crédito recomiendan que se haga las siguientes preguntas al crear un presupuesto:
- ¿Cumple con mis necesidades básicas?
La comida, la vivienda, la ropa y el transporte son sus necesidades básicas. Pero las necesidades son mucho más que eso. Si tu trabajo es online, necesitas un ordenador. La configuración de tu ordenador dependerá de tu función.
Puedes necesitar un ordenador básico o uno de gama alta para trabajar.
La clave está en conseguir lo esencial y no actualizarlo hasta que sea necesario.
Si tus necesidades básicas están cubiertas, y quieres gastar unos dólares más porque puedes, estás satisfaciendo un deseo. Limítate a las necesidades.
- ¿Estaré bien sin ello?
Si un deseo no se satisface, nos afecta a nivel emocional. Incluso puede tener consecuencias nefastas para nuestro bienestar. Así que, siempre que te encuentres en una encrucijada en la que no puedas decidir si debes comprar algo o no, pregúntate:
¿Me perjudicará si no lo compro?
Si la respuesta es: “No, pero tampoco me hará daño si lo tengo”, entonces, es un deseo y puede pasar a un segundo plano.
- ¿Cuáles serán las consecuencias de la compra a largo plazo?
A veces compramos porque nos hace felices. Pero luego, nos cuestionamos nuestra decisión por los remordimientos.
Si esto le resulta familiar, recuérdelo al planificar su presupuesto. Tus decisiones de compra tienen un efecto a largo plazo en tu presupuesto. Cuando te sientes mal, no siempre necesitas una terapia de compras. Por el contrario, necesita averiguar “cómo puedo arreglar mi crédito”.
Construya un mejor presupuesto para un mejor crédito
Los expertos en restauración de crédito dicen que no es necesario vivir como un ermitaño para una óptima reparación de crédito. No es dificil comprar dentro del alcance de las necesidades. Sólo tiene que tener en cuenta los siguientes consejos:
- No utilices la tarjeta de crédito para comprar.
- Gastar en efectivo hace que te des cuenta de lo que estás gastando. Por tanto, compre en efectivo siempre que sea posible.
- Compre cuando tenga poco tiempo.
- Imprima una imagen de su objetivo en su tarjeta de crédito para tener un recordatorio constante de para qué está ahorrando.
Tenga una tarjeta de prepago (de regalo) y recárguela con una cantidad determinada sólo para comprar. - Una de las formas más eficaces de hacer un buen presupuesto es seguir la regla del 50/30/20. El 50% de tus ingresos debe destinarse a las necesidades, el 30% a los deseos y el 20% a los objetivos financieros.
Palabras finales
La mayoría de nosotros somos compradores impulsivos y nos sentimos culpables por tomar decisiones de compra equivocadas. Esto no cambia el hecho de que la reparación del crédito requiere cambiar la forma en que gastamos nuestro dinero. Cuanto más nos ciñamos a nuestras necesidades, más rápido nos acercaremos a nuestros objetivos financieros. Esperamos que los consejos compartidos anteriormente le ayuden a empezar.
La elaboración de un presupuesto es sólo un aspecto de la restauración del crédito. Hay varios otros factores que afectan a su puntuación de crédito. Una compañía de reparación de crédito como 800 Credit Solutions puede identificar los elementos negativos en su informe de crédito y disputarlos en su nombre.